Día Internacional – Hombres Contra las Violencias Machistas

“La violencia machista es un problema de los hombres que sufren las mujeres”. Inspirados por el llamamiento del premio nobel José Saramago, el próximo 21 de octubre, como todos los años desde 2006, saldremos a la calle a mostrar nuestro rechazo a la violencia de género y nuestra solidaridad con las mujeres y las niñas que la sufren a diario. Llamamos a hombres y niños, y a mujeres y niñas, a sumarse a las manifestaciones contra un sistema cultural que sigue promoviendo una identidad masculina en torno a estereotipos y roles profundamente machistas, y exigimos una transformación profunda de lo que significa “ser un hombre”. En lo que llevamos de año 2023 ya han sido asesinadas más de 50 mujeres, superando los feminicidios que hubo el año pasado. Al menos 21 niños y niñas han perdido a sus madres, asesinadas no por desconocidos, sino por sus padres, por hombres que decidieron libremente juntarse con unas mujeres a las que luego asesinaron. Denunciamos que nuestro sistema cultural promueve unas masculinidades violentas y supremacistas, y mostramos nuestro horror y preocupación ante el aumento de la violencia sexual por parte de niños y adolescentes. Compartimos el rechazo a los abusos y agresiones sexistas que cotidianamente sufren mujeres y niñas, así como las personas que no se ajustan a los patrones normativos de orientación sexual o identidad de género, y gritamos con todas ellas #SeAcabó #machimoESviolencia

Tomamos partido por quienes denuncian las violencias machistas, y rechazamos los discursos negacionistas que minimizan su existencia.

Tomamos partido por quienes exigen que se cumpla el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en su totalidad, que se incrementen los recursos para la protección de las mujeres amenazadas, y que se pongan en marcha programas de prevención específicamente dirigidos a hombres, para que la vigilancia se ejerza sobre los sujetos denunciados, no sobre las mujeres que denuncian.

Tomamos partido por quienes reclaman que las instituciones asuman sus responsabilidades en la erradicación de la violencia de género, que es una intolerable vulneración de los derechos humanos de mujeres y niñas. Las administraciones públicas, los partidos políticos, la Iglesia o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deben mostrar tolerancia cero hacia cualquier forma de violencia sexista o agresión sexual, poniendo todos los medios necesarios para erradicarlas, interna y externamente, y asumiendo sus responsabilidades cuando estos medios fallen o no sean suficientes.

Tomamos partido por las próximas generaciones, y exigimos que reciban educación sexual y educación en igualdad, y enfatizamos la necesidad urgente de promover entre los niños y los chicos valores de igualdad, empatía y no violencia.

Tomamos partido con quienes se esfuerzan por transformar nuestra cultura patriarcal basada en el individualismo competitivo y depredador, que es contrario a los valores igualitarios y colaborativos que necesitamos para poner la vida en el centro, y sobrevivir a los retos que enfrentamos como especie.

Tomamos partido por el movimiento feminista y su defensa del derecho a la libertad, a la igualdad, y a unas vidas libres de violencia.

Tomamos partido por todas las víctimas de las violencias machistas, por las supervivientes, por quienes dan el paso de denunciar, por quienes se resisten en silencio, y por todas las anónimas heroínas feministas que perdieron la vida porque un día decidieron no someterse más a sus maltratadores.

Tomamos partido por una transformación profunda de nuestra sociedad hacia la igualdad, los cuidados y la vida, y nos comprometemos a nuestro cambio personal para hacerla posible.